sábado, 21 de agosto de 2010

¿Por qué razones se permanece en una relación destructiva y se permite el maltrato?

Muchas personas permanecen en relaciones destructivas, ya que desde pequeños en las familias se ha visto repetidamente el abuso, y en virtud de que los hogares disfuncionales siempre presentan estos patrones y las personas que son educadas en estas familias, llegan a ver como “normal" o como parte de la vida el abuso. Quiere decir que ya están acostumbrados a este patrón y por lo tanto es un ejemplo para seguir en la vida o imitar aun de manera inconsciente.
Estas personas no han podido cubrir sus necesidades más básicas desde el punto de vista emocional puesto que sus padres, los seres que deberían darles protección, respeto y cariño han estado ausentes física o emocionalmente, y en muchas ocasiones incluso dando la violencia y mal trato.

Estos comportamientos son más agudos en las mujeres porque así es la enseñanza. A la mujer se le educa para hacerse responsables por sus relaciones de pareja, lo que significa en muchos casos aguantar lo que sea, hasta abusos físicos en lugar de liberarse de ese sentimiento de culpa y reconocer que no deben conformarse y aspirar a relaciones sanas y mejores, es la famosa metáfora de “cargar con la cruz de su parroquia”

Una razón más para estar en este tipo de relaciones, es porque hay personas con baja o ausencia de autoestima. Este tipo de personas consideran que no merecen la felicidad, ya que no tienen valor alguno para poder encontrar una persona que en realidad las valore y las quiera, ya que, ni siquiera ellas mismas se quieren y valoran y tienden a pensar que el valor como persona depende de la pareja o los hijos. Generalmente son personas que les aterra la soledad o el abandono, consideran que es necesario aguantar cualquier cosa para no terminar una relación, así sean engaños, infidelidades, maltratos, menos precios, etc.


Las relaciones destructivas generan patrones de dependencia muy parecidos a las adicciones y eso hace todavía más difícil el manejo de la salud física, emocional y psicológica de la pareja. Ya que a pesar de que la persona se da cuenta que está mal no logra dejar la relación y siempre encuentra una justificación, aunque sea absurda, para seguir en la relación o para quererla mantener.
En relaciones destructivas, el agresor tiene cambios de comportamiento. Es decir, hay momentos en que se arrepiente de sus acciones, ofrece disculpas y se muestra afectuoso, haciéndole creer a su pareja que todo puede cambiar. El sumiso de la relación o dependiente de la misma no ve o no quiere ver la realidad de la situación y se aferra a esos momentos de esperanzas del supuesto cambio y sigue aguantando abusos. La realidad es que la mayoría de las veces el agresor no cambia y continúa en este círculo agresivo.

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